Filosofía

Misión: 

Crear espacios de aprendizaje de vida integrando el cuerpo y el alma, respetando el conocimiento de cada individuo y de cada sistema para que fluya desde su sabiduría y genere cambios sistémicos y dimensionales que guíen a la plenitud de la propia familia, de las organizaciones y al servicio de la comunidad.

Visión:
Somos una organización que en una profunda conexión y congruencia, creamos y desarrollamos espacios comunitarios para ampliar nuestra conciencia evolutiva como individuos e integrar las diferentes esferas del Ser y Quehacer humano en un Todo ordenado, interconectado y en movimiento. Una conciencia evolutiva que nos lleve a estadios cada vez más inclusivos y abiertos para rendirnos al impulso del Espíritu.

Valores y Principios:

RESPONSABILIDAD: Dar respuesta con gratitud y entrega a la fuerza de vida que ante los constantes y diversos retos nos invita a crecer continuamente en lo personal, familiar y comunitario.

DECISION: La fuerza para discernir lo que deseamos y/o lo mejor para nosotros y agradecer a Todos y a Todo lo que nos llevó hasta este punto para abrazar lo nuevo. Estar disponibles para optar por la vida, día a día.

CREAR: Estar en contacto con nuestro centro para sintonizarnos con la fuerza creadora y a través de nuestra propia fuente aportar a la vida lo que nos pide.

GRATITUD: Tomar, bendecir y sonreír a Todos y Todo aquello que hace posible Ser quiénes somos y Estar dónde estamos. Honrarlos en su dignidad tal y cómo fue y recorrer el camino que nos dejaron libre para hacer lo mismo con las próximas generaciones.

LEALTAD: Estar abiertos a la Vida y lo que quiere de cada uno de nosotros para con la fuerza del amor entender, sentir, corregir , estar y actuar en lo que nos pide aquí y ahora. Estar a su servicio.

FLUIR CON EL MOVIMIENTO: Aprender a movernos con la vida. Fluir con ella desde el corazón y confiar en que aunque algunas o muchas veces nuestra mente no entienda, la armonía y la paz nos darán siempre la respuesta.

GENERAR la confianza y fuerza necesarias para impulsar los cambios que conlleven al bienestar personal, familiar y comunitario.

CONFIANZA: Vivimos con la certeza en que nuestro Ser y Hacer con todos sus aciertos y limitaciones están ligados a un movimiento mayor. Asentimos a un proceso contínuo de asentir a esa Fuerza más Grande que Guía a cada quién.

APRENDER Y APREHENDER. Un proceso contínuo en la vida donde aprendemos al contemplar respetuosamente la variedad y diversidad de perspectivas y experiencias, y aprehendemos en el compromiso incluyente.

COMPROMISO: Aprender a mirar el contexto de la persona y de la situación para respetar profundamente su estar y acompañarla desde ese lugar. Ampliar nuestra mirada física para contemplarla desde el corazón y abrirnos al camino de su alma y su evolución.

DARNOS CUENTA/CONCIENCIA: Tomar la responsabilidad de estar despiertos para recibir la sabiduría que nos rodea y de hacer lo necesario para mantenernos en esta actitud como opción de vida.

BRILLAR: Reconocer, generar y cuidar el brillo propio y de los demás para que este mundo cada día tenga más luz. Respetar la sombra del ser humano para encontrar en ella su grandeza y brillo al servicio de la Luz.

LUZ: La luz es un regalo universal sin dueño que a todos pertenece . Puede intensificarse y desvanecerse. Esconderse y permanecer en calma hasta ser descubierta. La luz llena los espacios y se esconde en la sombra. La luz alumbra la llegada del ser humano y le acompaña más allá de su muerte.

LA SOMBRA: La sombra es un regalo divino que encierra lo más preciado de nosotros. Es donde se esconden nuestros dones más preciados y la humildad espera. Es nuestro complemento para descubrirnos dioses y reconocer la deidad en cada quien. La luz sólo existe en la sombra; la sombra sólo existe en la luz.

RECONOCIMIENTO: Asentir a la existencia propia y de los seres que están a nuestro alrededor, que todos y todo tiene un camino de crecimiento físico, emocional, intelectual y espiritual. Aprender a reconocer y amar el que todo y todos procedamos del mismo lugar.

MIRAR: La mirada de nuestra madre, antes que nadie es la que confirma nuestra existencia. Cuando me miras, existo y me afirmo; cuando te miro, existes y te afirmas. Cuando me miro, me afirmo y existo; cuando te miras, te afirmas y existes. Cuando nos miramos, existimos para nosotros, para tí, para él, para ella, para los otros. Tenemos un lugar en el mundo.

RESPETAR: Significa mirar y aprender a hacerlo desde el corazón para guardar la distancia permitida por cada quién, reconociendo que todos tenemos nuestra razón de ser y existir y es igualmente válida. Observar suave y amorosamente que aunque no estemos de acuerdo somos Unidad y así nos convertimos en maestros unos de los otros.

HONRAR LA TIERRA: Aprender a respetar, valorar y amar la Madre Tierra . Tomar conciencia de su generosidad y su infinita sabiduría. Honrarla como nuestra Gran Madre y adentrarnos con humildad en nuestro intento de ser dignos hijos de Ella.

HUMILDAD: Palabra que viene de “humus”, tierra. Hacernos tierra para dimensionar lo mucho que tenemos y poder multiplicar todos los dones recibidos al servicio de la VIDA que nos los otorgó. Hacernos dignos de ellos.

ALEGRIA: Recorrer el sendero con un corazón confiado de que el pasado está hecho y lo que queda es andar el camino del aprendizaje de la felicidad y disfrutar con ligereza el gozo.

AUTOCONCIENCIA: La auto-observación es la herramienta por excelencia que nos permite saber quiénes somos. Sólo observándonos con sigilo y con compasión podemos avanzar en nuestro darnos cuenta y comprometernos con nosotros mismos para compartirlo con el otro.

DISCIPLINA: Para lograr ser quienes somos llamados a Ser, siendo en el proceso, estando donde queremos llegar y realizando nuestros objetivos, necesitamos fidelidad, lealtad, constancia, renuncia, entrega , trabajo y alegría.

AMOR: El amor guía nuestro camino. Como un peregrino más recorremos el aprendizaje del amor niño hasta el amor a la humanidad donde nos reconocemos en todos y en Todo. Transitamos del amor ciego al amor adulto en donde nos sabemos y nos dejamos Guiar por el Amor Más Grande.

SERVIR: Quien quiere más, más y más está al servicio de la vida . Cuando servimos, la alegría es nuestra fuerza. La responsabilidad de servir implica dejarnos llevar por la Vida tomando lo que nos da y multiplicando lo recibido para crear una espiral infinita.

UNIDAD: La dualidad es inherente al planeta Tierra como instrumento de aprendizaje para la reconciliación y la paz , procesos de vida indispensables para descubrir en nuestro interior la Unidad. Cuando aprendemos a incluir nos sentimos Uno, Una, con los demás y reconocemos que reconocer nuestras diferencias nos complementa.

FAMILIA: Reconocer , amar y honrar nuestras raíces permiten arraigarnos en el mundo y sostenernos ante su constante movimiento. Su experiencia milenaria convertida en sabiduría está a nuestro alcance cuando estamos orgullosos de pertenecer; nos da el orden, el lugar y el equilibrio que necesitamos para saber quiénes somos. Si sabemos quiénes somos, podemos amorosamente guiar, formar y educar a quienes son nuestra responsabilidad para transmitir ese conocimiento y esperar a que se convierta en sabiduría.

LOS PADRES: ”Honrarás y amarás a tus padres y tendrás larga vida y bendiciones”, nos dice el mandamiento Divino. Cuando cumplimos desde el corazón el reconocernos en nuestros padres y a ellos en nosotros, porque así lo dispuso la Creación Divina y asentimos desde lo más profundo, la alegría y el gozo se instalan para siempre en nuestra humanidad y en nuestra cadena evolutiva.

COMUNIDAD: Estar al servicio es un regalo y disfrutarlo es otro don. Regocijarnos y complementarnos en el encuentro con los otros, en la tarea, en nuestra encomienda, con nuestra tierra, con nuestra grande o pequeña comunidad, es crecer en el Espíritu y descubrir que en el dar está realmente el recibir.

ÉXITO: Todos somos exitosos desde el momento en que estamos vivos. Mientras mayor sea la capacidad de tomar la vida que nos dieron nuestros padres , más claros y decididos seremos en nuestro camino y más disfrutaremos del recorrido. Estamos ciertos de que el éxito está a nuestro lado, esperando a ser reconocido. Está en nuestras células.

LA PAREJA: Es el trabajo espiritual por excelencia. Es la igualdad. Es la Unidad anhelada por las almas. Es la consumación de lo sagrado. Yo soy Tú y Tú eres Yo. Darnos y fundirnos tomando la responsabilidad de la propia entrega, agradeciendo la donación de la pareja para lograr la comunión de cuerpo y alma, a través del reconocimiento de lo sagrado en cada uno. Dos convertidos en Uno para poder trascender en más.

COMPASION: Mirar con amor y acompañar desde el corazón. Mirarnos en nuestra humanidad y sabernos parte de ella. Nada de lo que le suceda a la humanidad nos es ajeno.

VIVIR: La única forma de aprender a hacerlo es haciéndolo. El conocimiento es maravilloso cuando se acompaña de experiencia. Sin ella, es estéril. Hasta entonces se vuelve vida. La vida nos invita a imbuirnos en ella cada instante que pasa. Nos mueve una y otra vez. Nos tienta y nos empuja. La vida NOS LLEVA, nos prueba. Si confiamos en Ella, nos sorprende siempre. Lo que nos tiene deparado supera nuestras mejores fantasías.

SALUD: Nuestro Ser es integral y cada vez que intentamos escindirlo nos avisa a través de síntomas y enfermedades. La salud es primeramente nuestra madre y después nuestro padre. La enfermedad y los síntomas son aliados amorosos de la salud para recuperarla y con ella a todos nuestros seres queridos que hemos excluído.

LIMITES: Los seres humanos nos rebelamos ante lo establecido y rebasamos nuestros límites y los de los otros. Así aprendemos nuevamente el Orden: cuando los rompemos y somos valientes para aceptar la responsabilidad de las consecuencias, sean las que sean, aprendemos de la experiencia. Ignorar las consecuencias es continuar en la perpetua rebeldía del no querer crecer. Cuando decidimos respetar los límites, nos quedamos con la satisfacción y la paz del deber cumplido. Los límites , sea para romperlos o seguirlos, nos conducen a necesitarlos ,a admirar su contención, a requerirlos para aprender de ellos y a establecerlos. El conocerlos nos permite mayor firmeza y flexibilidad al momento de ponerlos, de cambiarlos o de quitarlos.

ORDEN: Primero el orden para que el amor tenga posibilidades de florecer sin implicaciones. Así, es tarea diaria percibir, asentir, comprender, reconocer, corregir, reparar y actuar para regresar al lugar que nos corresponde. Cada quien en su lugar para ir por lo propio y permitir que los otros hagan lo suyo, hará de nuestra comunidad un mundo mejor. Arrogarnos un lugar que no nos corresponde sólo nos arrojará soledad y dolor.

EQUILIBRIO: Para dar tenemos primero que tomar. Para tomar se requiere humildad; tomamos lo que nuestros padres nos han dado para compartir con otros lo que ellos deseen recibir de sus propios padres y así regalarnos a nosotros su confianza para seguir con su propio camino; es un continuo sin fin. El equilibrio entre dar y tomar nos permite arraigarnos y repetir continuamente lo primero que aprendemos cuando llegamos a esta tierra: inhalar - exhalar. Cuando rompemos este equilibrio, la vida nos lo reclama y ante la crisis, reaprendemos a tomar y a dar.

HONESTIDAD: Ser honesto con uno mismo es un camino de vida que intentamos ejercitar día con día. Sabemos que tenemos capas y capas de protección para evitar el dolor y el miedo que encierra mirar lo que Sí Es. Un compromiso personal y grupal es descubrir en nuestro ser más profundo a lo que realmente somos fieles, para hablar y actuar desde nuestra verdad. El aprender a no traicionarnos, para no traicionar a quienes nos quieren y respetan, es vital para asentir al mismo ejercicio espiritual de cualquier ser humano.

PROSPERIDAD: El Universo es abundante. Tiene para todos y cada uno. El requisito de nuestra alma es tomar conciencia de nuestra riqueza interior para poder compartir responsablemente los dones con los que fuimos obsequiados y que están esperando para ser multiplicados. Los dones son regalo divino y nuestra tarea es hacer algo grande con ellos para honrar a su Creador. Aunque son nuestros, no son propios. Están a Su servicio.

PERTENENCIA: Nuestro lugar de nacimiento nos dice quiénes somos y nos regala su sabiduría. Si estamos orgullosos de la Madre Tierra que nos dio la vida, estamos plenos de nuestros padres, de nuestros orígenes, de quiénes somos , en dónde estamos y hacia dónde la vida nos lleve. Tenemos raíces y el viento nos puede llevar al mundo y bailar con nosotros que siempre vamos a encontrar Tierra que nos sostenga y un lugar donde florecer para tomar lo mucho que ofrece y desde ahí ofrendarnos con pasión.

PASION: El torrente de la vida que corre por nuestro cuerpo y nuestra alma, sostenido por el Espíritu . El manantial que surge de nuestro corazón para compartirse en venero donde la intensidad se descubre en calma para regocijarse de la Voz que nos llama por nuestro verdadero nombre. Se aviva la llama del fuego interno que nos toma para transformarnos en lo que ya es.

SILENCIO: El espacio más sagrado para estar al servicio de lo verdaderamente importante y significativo: donde el alma se encuentra con su Creador; el sonido del Universo se hace presente y nos reconocemos polvo de estrellas ; el murmullo que sopla en el alma de los que aman; el vacío que se colma; la presencia de la contemplación absoluta de la plenitud.

CONTENCION: Característica importante del ser adulto es poder percibir, comprender, digerir, discernir las experiencias que tenemos para decidir las respuestas que deseamos. Esto se logra con la contención. En caso contrario solo reaccionamos ante el estímulo y desde ahí respondemos. Nuestra capacidad de escuchar, mirar y percibir al otro es parcial y a veces, nula. Para lograr una comunicación intra, inter y transpersonal, necesitamos saber qué nos sucede y hacernos responsables de lo que hay atrás de nuestras respuestas. En caso contrario en donde es tanta la represión que ni siquiera percibimos las sensaciones, se necesita de la contención amorosa para nuevamente abrir el canal de la expresión. Un adulto y agente de cambio en cualquier disciplina , oficio o profesión que nos desarrollemos precisamos de la contención para acompañar y sólo acompañar. “No desenvolvamos el capullo de la mariposa hasta que emerja por sí sola”.

LIBERTAD: La libertad es una conquista del alma y el camino es diferente en cada quién. La luz en donde se encuentra la libertad, es el amor. Llegar al amor para descubrir que la libertad es la antesala al Amor más Grande y por lo tanto a nuestra verdad, nos hace fuertes y profundamente humildes. En este punto, valores como la tolerancia, la aceptación, la incondicionalidad, el respeto , la prudencia y la valentía, entre otros, son totalmente entendibles y se reciben como un alud de regalos.