Bert Hellinger
El creador de Constelaciones Familiares nació en Leimen, Baden, Alemania en 1925. Para que lo conozcas mejor, compartimos contigo dos anécdotas de su infancia que se narran en el libro” Un Largo Camino”, (Alma Lepik, 2006). La primera, involucra a su padre: cuando Hellinger tenía 7 años, Hitler llegó al poder. En una ocasión, en Colonia, donde ellos vivían, a la salida de Misa y cuando esperaban el tranvía, un oficial de la SA se acercó a su padre para hacer una observación. La respuesta del padre de Hellinger hizo que el oficial se alterara y lo quisiera llevar preso; en ese momento el tranvía llegó y los padres de Bert, junto con sus dos hermanos, subieron al tranvía que se alejó dejando atrás al oficial que intentaba perseguirlos en su bicicleta. Las personas que iban en el tranvía aplaudieron.
Otra anécdota es el apoyo que su madre le dio para entrar a un internado dirigido por los misioneros de Mariannhill, orden a la cual ingresó posteriormente. Hellinger sintió el llamado al sacerdocio a sus cinco años de edad, y recuerda que la entrada a ese internado, a los 10 años, fue un regalo de sus padres. Esta decisión, de suma importancia, le permitió disponer de posibilidades nuevas y de libertad. En su testimonio de gratitud recuerda cómo su madre lo apoyaba completamente, y su padre, aun con ciertas reservas, se hizo cargo de los gastos.
Su adolescencia la vivió en la Alemania nazi; las juventudes Hitlerianas intentaron reclutarlo sin éxito y esto hizo que fuera clasificado como “sospechoso de ser enemigo del pueblo”. Pagando el precio de la guerra perteneció al ejército alemán regular, estuvo en el frente y en 1945 fue capturado y llevado a un campo de prisioneros en Bélgica, de donde logró escapar. En la guerra falleció su hermano.
Después de la guerra entró en la orden religiosa de Marianhill donde estudió filosofía, teología y pedagogía. Por parte de la Orden se le encomendó la tarea misionera con los Zulúes y fue enviado a Sudáfrica donde vivió 16 años. Durante esos años sirvió como sacerdote de la parroquia, profesor y director de escuela. Estuvo a cargo de tareas administrativas en el distrito diocesano que contenía 150 escuelas y aprendió a hablar el zulú con fluidez.
Para Bert Hellinger fue crucial una pregunta en su vida que le llevó a ir más allá de dónde se encontraba: “¿qué es más importante para ti, las personas o los ideales?, ¿qué sacrificas por qué?, ¿las personas por tus ideales o tus ideales por las personas?”
La pregunta dio su respuesta y al tiempo Hellinger dejó el sacerdocio, se hizo psicoanalista y a través del estudio de varias teorías, entre las cuales se encuentran la Gestalt, Psicoterapia Analista, Grito Primal de Janov, Análisis Transaccional y Conciliatorio de Berne, Terapia Familiar Sistémica, Hipnosis Ericksoniana y PNL, llegó a desarrollar su propio método.
Por medio de su trabajo logró conocer las leyes según las cuales se desarrollan identificaciones e implicaciones trágicas entre los miembros de una familia, las que llamó los Órdenes del Amor y al profundizar en ellos descubrió cómo la fuerza del amor busca establecer el balance en un sistema familiar.
Esto sentó las bases del carácter transgeneracional, sistémico, fenomenológico de las Constelaciones Familiares.
Siendo fiel a la misma fuerza que lo llevó a descubrir los Órdenes del Amor, después encontró los movimientos del alma, a través de observar que los representantes son guiados por algo mayor. Cuando sintió que era el momento, dio a conocer los movimientos del Espíritu que llevan a Constelaciones Familiares a transitar de la psicoterapia al acompañamiento espiritual y este método se vuelve multidimensional. En este punto y en compañía de su esposa Sophie Hellinger, nace Hellinger Sciencia.